Por Washington Cabello
(LA HABANA, Cuba).- Cuba, es uno de los países de América Latina, con una alta tasa de suicidios, y los miembros y secuases de la dictadura no escapan de ellos, decenas de estos se han quitado la vida, la mayoría por cargo de conciencia u otras causas, pero también la mayoría se han ocultado o le han cambiado las causas.
Pero ahora las circunstancias como suciedieron los hechos del suicidio del hijo de Fidel Castro Ruz y Mirta Francisca de la Caridad Díaz-Balart y Gutiérrez no permitieron que la dictadura que dirige su anciano tío Raúl Castro, a quien en su propia oficina se le suicidó su cuñada, Nilsa Espín, pudiera ocultarla o cambiar las causas, como ha sucedido con tantos personajes.
Fidel Ángel Castro Díaz-Balart, de 68 años de edad, que sufría de depresión desde hace bastante tiempo, se atrincheró en una habitación del cuarto piso de la Clínica de Seguridad Personal, un hospital militar, situado en el vecindario de Kohly, en La Habana, impidiendo el acceso, y se suicidó, lanzándose por una ventana hacia el frente del edificio. Se había informado hace tres meses que este se disparó.
Esto motivó que tuvieran que salir apresurados a dar la información no solo tomándole la delantera a cualquier otro medio, sino dando las verdaderas causas.
La señora Díaz-Balart y Gutiérrez, vive en España, donde procreó dos hijas.
Desde decadas se vienen sucediendo casos, como el de Haydeé Santamaría, que en el año 1980, supuestamente se disparó y el de Osvaldo Dorticós, segundo presidente, quien se disparó en 1983.